
Augusto Borda tiene 13 años y es el jugador número 12 del “Recreativo Estrella Fútbol Club” de Jovita. Agus, como lo llaman sus conocidos, tiene Síndrome de Asperger. Fue diagnosticado a los 4 años, su familia y él han hecho todo lo posible para que pueda ser incluido en actividades que le resultan interesantes. El fútbol, es una de ellas.
Tras lo ocurrido la semana pasada, Tirando Deportes habló con Perla Montemerlo, psicomotricista, acerca de si los clubes son accesibles para todos: “Habría que reflexionar que las discapacidades son discapacidades, porque el entorno es el que no está preparado y adaptado para este sector de la sociedad”. Y agregó que las instituciones deberían involucrarse de manera activa, la mejor manera de hacerlo es participar, estar en contacto. Ningún libro, curso o formación, harán posible la inclusión si no se la lleva a cabo.
🧷¿Cómo puede una institución deportiva garantizar que sus instalaciones y eventos sean accesibles para todos?
Para poder garantizar accesibilidad, primero se debe poner en agenda (entre los temas de debate en La Liga) la inclusión de personas con discapacidad, con el fin de brindar las condiciones necesarias en todas las instituciones y tener mayor oportunidad de participación social. Es fundamental hacer hincapié en un plan de formación para profesores, dirigentes, árbitros, con el fin de conocer sobre discapacidad y poder incorporar mejores herramientas. En cada institución se podría implementar el uso de elementos gráficos que ayuden a comunicar ideas, instrucciones y conceptos de manera visual.

La especialista, comentó que las familias deben comprender la importancia del deporte y actividades recreativas como favorecedoras del desarrollo no solo motor, si no también cognitivo, social, e incluso emocional.
🧷¿Cómo pueden los compañeros de equipo contribuir o ayudar a crear un entorno deportivo inclusivo?
Comprendiendo que el respeto, la amabilidad, la empatía y la tolerancia, son acciones sumamente necesarias para crear un ámbito sólido de inclusión y convivencia. La convivencia, la construímos entre todos/as y si no hablamos con los niños/adolescentes sobre las diferencias y el respeto hacia ellas, no lograremos nada.

“En los hogares y escuelas debería ser moneda corriente hablar de diferencias como algo que forma parte de la vida y no como un error”, afirmó Perla. Dentro del fútbol, hay diferencias en las habilidades del arquero con el mediocampista, delantero o por sus características corporales y preferencias. Lo mismo pasa con la discapacidad, que haga a la persona diferente, no la hace menos capaz.
El deporte genera autovalidación, autoestima, independencia, fomenta el compañerismo, el respeto, y la unión. “Usar o decir palabras cómo ‘autista, mogólico, retrasado’ es discriminar. Se debe terminar con este vocabulario en las canchas”, aseguró la psicomotricista.
Por último, Perla dejó un mensaje: «Que haya personas con discapacidad incluidas en un deporte, no nos debería llamar la atención. Que una persona sea solidaria es importante, pero una persona con discapacidad debe acceder a un club/institución no por solidaridad, si no por justicia y equidad social».
“Qué lo único que quede por fuera sea tu violencia”