Un caso grave se ha producido en la interna de la Unión de Árbitros de Río Cuarto, debido a que un colaborador que brindaba instrucción de arbitraje a nuevos talentos que buscaban aprender y transformarse en profesionales. Pero una denuncia terminó transformando ese proceso en un calvario que tiene fecha desde Diciembre y que ha provocado un desencuentro entre la Liga y la U.A.R.C.
Primero que nada, la denuncia que presentaron en representación de la mujer acosada en primera instancia no tuvo el éxito requerido, ya que no se logró ninguna acción fiscal ni legal. Por lo tanto, desde la Liga permitieron que Carballo siguiera con sus tareas como instructor en la pretemporada del nuevo año.
Eso provocó un fuerte descontento en la Unión de Árbitros riocuartense, pero lo que terminó de rebalsar el vaso fue la oferta que llegó desde la Liga para comenzar a delinear cómo sería la participación de los colegiados en las distintas competencias que regula la Liga. Ya que la oferta no satisfacía lo que buscaba la Unión, y por lo tanto decidieron rechazar y enviar una contraoferta, la cual nunca tuvo respuesta.
Con el correr del tiempo, la arbitra decidió presentarse a la justicia y extender su declaración para poder darle curso a las intervenciones legales necesarias para que el proceso comience su camino para que Carballo sea juzgado por sus hechos en la justicia.
Cuando este proceso fue confirmado, desde la Liga tomaron la decisión de apartarlo del cargo ya que consideraban que la instancia legal, que no había podido darse en primera instancia, se había asentado y por lo tanto podían accionar en contra del instructor.
Queda esperar ahora en qué situación queda la relaciona entre la U.A.R.C y la Liga Regional que encabeza Tosolini. Que tras el caso de acoso y sumado a las diferencias en las ofertas para dirigir en los torneos quedó golpeada.
